Dedicadas a su hijo, a raíz de recibir una carta de su mujer, en la que le decía que no comía más que pan y cebolla.
dijous, 19 de març del 2009
diumenge, 25 de gener del 2009

que son dos hormigueros solitarios,
y son mis manos sin las tuyas varios
intratables espinos a manojos..
No me encuentro los labios sin tus rojos,
que me llenan de dulces campanarios,
sin ti mis pensamientos son calvarios
criando nardos y agostando hinojos.
No sé qué es de mi oreja sin tu acento,
ni hacia qué polo yerro sin tu estrella,
y mi voz sin tu trato se afemina.
Los olores persigo de tu viento
y la olvidada imagen de tu huella,
que en ti principia, amor, y en mí termina.
divendres, 14 de novembre del 2008
dilluns, 10 de novembre del 2008
Andaluces de Jaén
Andaluces de Jaen,
aceituneros altivos,
decidme en el alma:
Quien, quien levanto los olivos?
No los levanto la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.
Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.
Levantate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzo una mano
poderosa de cimiento.
Andaluces de Jaen, aceituneros
altivos,
decidme en el alma:
Quien, amamanto los olivos?
Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que se enriquecio en la herida
generosa del sudor.
No la del terrateniente
que os sepulto en la pobreza,
que os pisoteo la frente,
que os redujo la cabeza.
Arboles que vuestro afan
consagro al centro del día
eran principio de un pan
que solo el otro comía.
Cuantos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,
pesan sobre vuestros huesos!
Andaluces de Jaen,
aceitunero
saltivos, pregunta mi alma:
de quién, de quién son estos olivos?
Jaen, levantate brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
con todos tus olivares.
Dentro de la claridad del aceite
y sus aromas, indican tu libertad
la libertad de tus lomas.
Miguel Hernández
Andaluces de Jaén per Paco Ibáñez
divendres, 7 de novembre del 2008
Vientos del pueblo
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta.


